Creada por la polifacética periodista, productora y viajera, Frances Ryan, cuya pasión por las fragancias siempre evocar hermosos recuerdos de su tierra natal mientras viajaba alrededor del mundo. Con cada destino, su pasaporte se volvió más colorido, lleno de estampados de visas de viajero y senderos inesperados para descubrir. Cada lugar, cada momento tenía un tono de fragancia que le recordaba la cultura y la naturaleza vivaz de la gente de la Isla del Encanto donde creció. Desde cascadas de la selva tropical, popurrí de rosas silvestres, elegantes ramos de gardenia hasta frescas aromas de frutas cítricas y la sensual brisa del océano durante los paseos nocturnos por la playa. Con cada regreso a casa, el latido de su corazón se aceleraba con anticipación, mirando por la ventana para identificar vecindarios familiares, uniéndose al aplauso espontáneo cuando el avión aterrizaba, y por momentos simples entre amigos y familiares rodeados de la alegría eterna que siente en el aire desde la costa hasta campo. — ¡sin mencionar la temporada navideña más larga del mundo! Con el comienzo del nuevo día, las tranquilas calles adoquinadas del Viejo San Juan parecen ansiosas por revelar las historias de cinco siglos de tradición mientras se despiertan lentamente con el suave y seductor aroma del café y los dulces de vainilla. La majestuosa arquitectura del casco antiguo contrasta con los sonidos de una ciudad que baila al son de sus propios tambores. Cuando decidió encargar un perfume que celebrara la esencia de este lugar mágico, era importante que pudiera impregnar el sentido de alegría y pasión que permanecen mucho después de haber descubierto a Puerto Rico.